En los ritos fúnebres la mujer ocupaba en la Arabia pre islámica un papel importante, por lo que éstas lo cultivaron con especial dedicación. Entre otros papeles la mujer ejercía el oficio de plañidera, reprobado más tarde por el islam.
¿Qué tienen mis ojos, qué tendrán
Que las lágrimas han mojado su coraza
¿Es por Sajr, del linaje de Sarid,
Por quien la tierra se abrió en todos sus cuerpos?
Juré, entonces, mi pesar por un condenado
Y, sumida en llanto, a la tierra pregunté qué tenía.
Todas las penas han hecho presa en mi alma.
¡Maldita mi alma, maldita la tierra!
(Al- Jansa)
Que las lágrimas han mojado su coraza
¿Es por Sajr, del linaje de Sarid,
Por quien la tierra se abrió en todos sus cuerpos?
Juré, entonces, mi pesar por un condenado
Y, sumida en llanto, a la tierra pregunté qué tenía.
Todas las penas han hecho presa en mi alma.
¡Maldita mi alma, maldita la tierra!
(Al- Jansa)
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