lunes, 15 de marzo de 2010

Agua fresca

Me acerqué a escondidas para allanar su morada

hasta penetrar ocultándome en la entrada.

Ella dijo: ¡por mi hermano; por mi padre, cuyo castigo temo:

si no sales, alertaré a la gente!

Salí sin que me vieran;

entonces ella sonrió,

vi que su mano no ofrecía resistencia

y, cogiéndola por las sienes la besé en la boca,

como hace el sediento con el cántaro de agua fresca.


Autor: Yamil Butayna (m. 701), primer poeta udrí en hblar del amor como una fuerza cósmica que se apodera del hombre, y que continua detrás de la muerte. Su poesía tiene un toque de sinceridad que le distingue de otros poetas del mismo género.

1 comentario:

  1. Me gusta especialmente este poema, la sutileza de la narración, su picardía implícita...

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